¿Qué es el brand naming y cómo impacta en la conversión?

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12 de julio de 2022

Pensamos en mil cosas al hablar de conversión, ¿pero pensamos en el brand naming a la hora de hacerlo? ¿Será que el nombre de nuestra marca impacta en la conversión?

A ver, a ver, vamos más despacio.

En el mundo del marketing, donde el inglés es protagonista, el nombre o el proceso de crearlo se conoce como naming, y este es el punto de partida de las marcas o del branding. Por eso, aquí hablaremos de la relación (si es que existe) entre el brand naming y la conversión.

Pero volviendo a la pregunta inicial, ¿acaso hay una relación directa entre el uno y el otro?, porque se suele pensar que la conversión depende únicamente de factores como el horario de publicación, la cantidad de piezas que se comparten, la pauta robusta o un buen llamado a la acción.

Por otro lado, al hablar de conversión, las personas suelen pensar simplemente en la cantidad de clics, ventas, leads, la apertura de los mails o un formulario completado, pero basta de eso.

Convertir se reduce a lograr que las personas hagan lo que buscamos que hagan. Puede ser que piensen como queremos, que se vistan de una forma determinada, que usen términos específicos o que se enamoren de una marca.

Convertir también hace referencia a la cantidad de veces que las personas interactúan con nosotros, nos comparten, recomiendan a sus amigos o hacen visibles nuestra marca. Por eso, este asunto de la ”viralidad” se ha vuelto tan relevante.

Para saber si el brand naming tiene relación con las conversiones, debemos entender su importancia para luego entender cuál es su impacto en la conversión.

¿Qué es el naming y por qué es importante?

El nombre tiene el poder de destacar, dar personalidad, identificar, separar, mostrar y exhibir.

Las personas se identifican así, por la forma en que se nombran e incluso por como lo hacen los demás. Lo mismo pasa con las marcas.

El naming es el origen, ese inicio que permite que las marcas tengan su propia personalidad y por lo tanto se destaquen en un mercado exigente.

Pero no solo es importante para los empaques, el branding o todas las acciones ATL(Above The Line) o BTL (Below The Line) que quiera realizar una marca.

Pensar un buen nombre puede tener un impacto significativo en el mundo digital, en la forma en que se conecta con los usuarios y se logra la conversión.

Sí, ¡también hace parte de una buena experiencia!

El proceso no es simple: requiere de una buena investigación, un brief completo de lo que se pretende alcanzar y un valor agregado que se demuestre desde la forma de nombrarlo.

¿Para qué sirve el naming?

El brand naming sirve para diferenciar, generar recordación y, por supuesto, ¡vender! El nombre es vital para transmitir un mensaje claro y contundente.

De nada sirve tener acciones muy claras en marketing si la base no es sólida. Para nombrar, primero se debe entender al usuario.

¿Qué quiere, qué busca de una marca?, ¿con qué creencias se identifica?, ¿qué valores tienen en común?, ¿hay alguna causa social a la que quiera apoyar?

Estas preguntas serán claves en el proceso del naming y el nombre debe reflejarlas (de uno u otro modo). Así, en adelante, cualquier acción que se pretenda realizar en distintos medios de contacto con los usuarios, no solo será bien encaminada sino coherente con el mensaje de marca.

Un buen consejo para el proceso de naming es tener una visión clara antes de hacer una lluvia de ideas. Por ejemplo: ¿sabes si la marca será internacional o regional? Esto es clave porque de ahí se puede desarrollar una idea bastante ganadora o, al contrario, una serie de fails que más adelante veremos.

¿Cómo impacta el naming en el mundo digital?

Primero, el nombre es el que le da vida al logo que va a representar a una marca.
Uno corto, sonoro y único puede ser bastante útil para construir piezas que navegarán en mundo digital. Pero, además, es el que sintetiza todo aquello que vas a albergar en una página web, una landing de destino o una red social.

Veamos un ejemplo. Digamos que tu marca se llama Náufrago pero que vendes productos para natación. ¿Sería esto coherente con el mensaje?

¿Cómo podrías construir contenido sólido para que las personas te compren?, ¿acaso quieres acudir al sarcasmo para lograr cautivar a un público “más atrevido”?

Sea cual sea tu objetivo, deberás primero tener claro qué buscas, hasta dónde quieres que llegue tu marca y cómo deseas obtener leads a través de tu comunicación.

Por todo esto, el naming juega un papel protagónico, no solo a la hora de pensar en la imagen de marca, sino en las acciones puntuales que se desarrollarán a futuro.

Así surgen marcas exitosas que, por medio de su nombre, quieren movilizar al usuario, mostrarle todo eso que están en la capacidad de lograr.

¿Quieres saber más? Sigue con el contenido porque viene lo bueno.

Algunos casos de éxito

Google

Es una de las marcas más conocidas e incluso más utilizadas en el día a día de los usuarios, pero ¿sabes de dónde viene la idea?

Su nombre inicial fue otro, pero al final decidieron hacerle honor a un concepto matemático conocido como “gúgol”.

Este término hace referencia al número 10 elevado a la 100, que en castellano (bueno, o para los que no son tan tesos en esta área) traduce muchísimos ceros a la derecha.

Sabiendo que en este mundo digital la base es 1 y 0, los creadores querían representar la cantidad de información que pueden alojar en su sistema.

¡Pero aquí no termina! Más allá del sentido lógico, la marca se ha atrevido a explorar, a jugar con su nombre e intervenirlo.

Así, no solo convierten números de ventas o visitas (que bien lo saben hacer), sino que además generan un engagement en los usuarios.

Aprovechan fechas especiales para volverse virales y claro que dan de qué hablar en redes sociales, en páginas de opinión y en distintos canales digitales.

Por lo tanto, su base (ese naming) se convierte en un símbolo representativo al que las personas acuden cuando necesitan información o requieren datos de actualidad.

Incluso lo hacen cuando quieren ser parte de una tendencia o simplemente cuando necesitan enterarse de algo (lo que sea).

Porque como algunos se atreven a decir: “lo que no está en Google, no existe”.

Más aún: buscar en esta plataforma se volvió tan habitual que ya se acepta como un verbo. Por ejemplo, en el diccionario de Oxford aparecen “guglear” y “googlear” para esta acción.

¿Vas entendiendo un poco más la relación que hay en una buena selección de nombre, un buen juego de palabras e imágenes y la conversión que esto puede lograr?

Para cerrar este ejemplo, queremos mostrarte una de las mejores prácticas que se puede permitir una marca con un nombre bien seleccionado y posicionado: los Doodles de Google. 

Gracias a ellos, podemos ver un caso claro de cómo una marca puede llegar a jugar con su nombre  contundente que le sirva para atraer, conseguir clics y volverse tema de opinión.

YouTube

¡Tranquilo!, estos casos de éxito no solo le suceden a marcas grandes, aunque en este momento veremos otra de ellas. Queremos mostrarte un referente que tal vez estés usando en este momento.

¿Tu tubo?, ¿es una traducción literal?, ¿qué sentido tiene eso y cómo se relaciona con la conversión de la marca?

Vamos despacio porque esto se pone mejor. Sí, si nos vamos a lo literal sería tu tubo, pero es más que eso. La palabra tubo evoca la tecnología que tenían los televisores antiguos, por lo que en inglés se usa de manera informal para referirse a estos aparatos.

O sea que en un sentido menos literal (traducción de aprendices), podría ser Tu tele o Tu TV si así lo prefieres.

Y pues claro que hace referencia a su nombre. Es más, la marca ha permitido que muchas personas tengan su propio canal.

De esta forma, les han dado la opción a los usuarios, las marcas, los artistas o entidades independientes de ser visibles y monetizar su contenido.

Por lo tanto, esa tele a la que hace referencia el nombre no solo es capaz de convertir a usuarios en seguidores o suscriptores, sino también a marcas en una especie de pequeñas productoras audiovisuales.

¡Un gana a gana! Entonces esta marca, cuyo nombre hace referencia a sus objetivos, se puede expandir, ampliar e incluso llegar a nuevos sectores.

Todo a raíz de un naming y construcción general tan sólidos que reflejan claramente todo lo que quieren conseguir.

Y para no perder la costumbre, te dejamos un poquito de su historia alojada, por supuesto, en su propia plataforma.

Fail, ¡gran alerta!

Si hablamos de conversión, tenemos que hablar también de proyecciones, visión y lo que se espera conseguir con cualquier acción que se realice.

Pero como ya lo hemos dicho, el nombre afecta positiva o negativamente en los resultados, engagement y números de una marca.

Entonces, decidimos mostrarte una mala práctica que, sin quererlo, puede jugarle una mala partida a la compañía.

Urinal Drink

Si pensamos como mercado hispanohablante, ¿comprarías una bebida refrescante con este nombre?, ¿qué te evoca?, ¿lo asocias con cosas negativas?

Está claro que esta marca fue creada para un público distinto en un lenguaje diferente, pero ¿sería exitosa si decidiera expandirse a España, Colombia u otro lugar cuyo idioma sea español?

Seguramente se volvería viral, pero por los memes, comentarios con doble sentido o montajes que realicen los usuarios.

Lastimosamente daría de qué hablar, pero es muy probable que no lo haga de la manera en que la empresa lo espera.

Con este referente no queremos cuestionar a la marca, lo que buscamos es que tú mismo te interrogues hasta dónde pretendes llegar antes de “bautizar” tu producto o servicio.

Porque si tu intención es expandirte a otros mercados, deberás investigar (¡y mucho!), entender la cultura, qué representan tus propuestas allá y llegar al detalle del detalle.

Solo así podrás saber si lo que tienes en mente pinta bien a futuro o por el contrario no funciona en absoluto.

¡No te preocupes!, no es un proceso complejo esto de crear nombres. Al contrario, puede ser retador y divertido.

Por eso cerraremos con unos consejos para que lo hagas bien y estés un paso más cerca de conseguir buenos resultados.

Conclusión

Con todo este contexto, ejemplos, claridad en el proceso de naming e incluso en lo que se considera como conversión, ¿te atreverías a dar una respuesta?

Simple: el nombre sí influye y es el punto de partida del proceso de conversión de las marcas.

Un nombre bien escogido y bien aprovechado desde el desarrollo de marca, puede dar de qué hablar, volverse un referente, ser compartido y por supuesto ¡ayudar a las ventas!

Más clics, más posicionamiento, un trabajo de brand lovers, un buen voz a voz, son unas de tantas formas de conversión que obtienen las marcas a través del brand naming.

La expansión del producto, la capacidad de adaptarse a otros entornos, países, territorios o culturas también inicia desde la buena selección del nombre.

Y si lo asociamos con la conversión, más público, más mercado o nuevos productos, son más formas de alcanzar los objetivos de marca y por lo tanto, más capacidad para convertir.

De ahora en adelante, antes de empezar a pensar en el nombre analiza qué quieres lograr, así sabrás cómo iniciar el proceso de selección.

Una vez seleccionado, empieza el trabajo bueno, el de sacarle todo el jugo para que se vuelva tan poderoso como quieras.email_marketing_basado_en_datos

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