La experiencia de usuario es más que arquitectura de información

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26 de enero de 2018


¿Tu página tiene una estructura adecuada para los usuarios que la visitan?

La respuesta a esa pregunta depende de dos conceptos claves en el diseño de sitios web: arquitectura de información y experiencia de usuario.

< Conoce aquí todo lo que debes saber sobre UX >

Aunque ambos se parecen, y en realidad son complementarios, tienen varias diferencias. Aquí te las vamos a explicar.

La era de la información, la era de la organización

Para saber qué es arquitectura de información hay que remontarse a 1996. Ese año se publica el libro Information Architects de Richard Saul Wurman, donde aparece por primera vez ese concepto con una definición específica.

Desde la portada se puede inferir de qué se ocupa esta disciplina.

Portada information architects richard saul wurmanPortada de Information architects de Richard Saul Wurman (1996)

Según la definición que vemos en la cubierta, el arquitecto de información es un individuo que vuelve claro lo complejo, una persona que crea una ruta para que otros encuentren lo que buscan.

Mmmm, tal vez con todas esas palabras no quede del todo claro, pero en realidad es más simple de lo que te imaginas.

Un arquitecto de información se encarga de organizar el contenido de un sitio web, una intranet o un software para que sea comprensible y fácil de usar.

Asegurarse de que un sitio web tenga una buena arquitectura de información garantiza que el usuario llegue al lugar que quiere y que no se pierda en medio de internas y de contenido confuso.

Esto se hace empleando diferentes técnicas: diagramas, test de usabilidad, creación de usuarios, categorización de contenidos, etc.

Antiguamente, cuando las personas solo accedían a internet a través de un computador, el arquitecto de información únicamente creaba un diseño básico, una especie de esqueleto, para mostrar cómo quedaría la interfaz de una página. A este boceto se le conoce como wireframe.

wireframe de youtube

Home de YouTube vs. wireframe

Como puedes ver en la imagen de arriba, el wireframe es una representación básica de los elementos que irán en un proyecto: el buscador, las zonas de contenido, los servicios de  ayuda, etc.  

Pero hoy en día los usuarios no solo entran a un sitio web a través de un computador. También lo hacen en celulares, tabletas e incluso hasta en relojes.

Aquí es cuando la arquitectura de información se convierte en User Experience Design (diseño de experiencia de usuario) o simplemente UX.

¿Pero qué es entonces experiencia de usuario?

El término fue difundido por Don Norman en las oficinas de Apple a mediados de los noventa. Según Norman, el diseño debía adaptarse a las necesidades del cliente, dejando de lado aspectos secundarios.

Este nuevo abordaje sugería que el diseño debía simplificar la estructura de las tareas para que el usuario supiera fácilmente qué acciones tomar para encontrar lo que buscaba.  

En ese sentido, el diseñador UX no se limita a organizar y a categorizar informaciones. Además de esto, él se pone en el lugar de quien usa el dispositivo.

Pensemos por ejemplo en un carro. La parte de afuera, lo que vemos, como la carrocería, los rines o las llantas, forma la interfaz, la arquitectura.

Pero la sensación de placer que siente la persona al entrar en el auto y conducirlo es el equivalente a la experiencia de usuario. Por tanto, este concepto no solo es aplicable al entorno digital: es la relación de uso entre las personas y los productos.

Los diseñadores UX llevan la arquitectura de información un paso más adelante. Además de tener en cuenta la navegación, se enfocan también en la interacción. Mezclan usabilidad con estrategia de contenido y creatividad. Esto se hace para eliminar cualquier barrera que le impida al usuario acceder a un producto de la mejor manera.

Mientras la arquitectura de información se cerciora de que el recorrido por la página o por la aplicación sea fácil y bueno, el diseñador UX se asegura de que sea, además de eso, útil, memorable y satisfactorio. Por eso piensa más en modelos de interacción que en mapas o estructuras.

Muchas veces eso implica descartar elementos innecesarios y dejar apenas aquellos que sean esenciales para las necesidades del usuario, pero en definitiva el objetivo final en ambas disciplinas es el mismo: proporcionar una mejor impresión en el uso del producto.

En conclusión, la experiencia de usuario se construye sobre la base de la arquitectura de información con el fin de que la sensación de navegar sea más creativa y emocional, generando una experiencia envolvente que produzca una percepción positiva y duradera.

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