Storytelling: contar para enganchar

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24 de septiembre de 2018

“No tengo tiempo”, “ahora no puedo” o “no me distraigas” son expresiones comunes en el día a día. Pero ¿eso es del todo cierto? Los millennials tienen una percepción distinta del tiempo.

En el libro generación líquida, Bauman habla con Thomas Leoncini sobre las transformaciones que han tenido las nuevas generaciones con la llegada de la tecnología. Leoncini resalta que los más jóvenes no están disfrutando su vida por culpa del internet, por estar conectados y por crear relaciones continuas que son inexistentes, por su parte, Bauman hace énfasis en el poder del usuario en el mundo online, pues es quien tiene el control y decide qué ve.

En este texto se abordará la técnica de storytelling como estrategia para diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo, permeado de audiencias conectadas y con poco tiempo.

Pero ¿Qué es storytelling?

Cada vez es más frecuente comprar productos o servicios, basándose en el impulso, en lo que generan las marcas; en este sentido resulta relevante plantearse nuevas formas de conectarse con los usuarios, implementando técnicas como el storytelling que permite crear discursos entretenidos, con una trama pensada en el usuario final.

El storytelling debe lograr que el usuario compre la historia, se la crea y le dedique toda su atención, por eso, las marcas deben pensar no solo en temas racionales como beneficios de producto, si no que deben apelar a lo emocional, tocando su fibra con situaciones cotidianas que le permitan sentirse identificado.

Utilizar esta técnica ayuda a conectar, a crear confianza y sobre todo a generar recordación. El reto radica en usar lenguajes precisos e interesantes, dando al espectador la posibilidad de interiorizar, comprender y crear su propio significado.

¿Qué se debe tener en cuenta?

  • En la era de la inmediatez resulta necesario captar la atención en los primeros segundos.
  • El discurso debe tener una introducción, una tensión (no necesariamente traumática), una solución y un llamado a la acción, sólo así será posible enganchar al usuario.
  • El relato debe adaptarse a la audiencia, no al contrario.
  • Las historias deben tener un contexto en términos de tiempo y espacio que ayuden al espectador a ubicarse y sentirse identificado.

Paso a paso del storytelling:

1. Conocer al usuario

Las marcas deben entender a sus consumidores, darles participación, humanizarse y llegar en esos momentos en que el usuario lo necesita, a través de una narrativa cercana e interesante, saber contar se convierte en la mejor herramienta para enganchar.

Las historias conectan a las personas con las marcas, generan interés, posicionamiento y emociones que motivan a la recomendación, cuando el consumidor se siente identificado, se tienen más posibilidades de incrementar el engagement y la recordación.

2. Entender el contexto

Captar la atención del usuario es la parte más compleja del proceso, sin embargo es la que permite medir el éxito, pues un espectador conectado comparte contenido, lo comparte e incluso se vuelve prosumidor.

Una de las formas de persuadir a los usuarios es logrando que se sienta identificado con el contexto, por esto, las historias deben tener una ubicación en tiempo y lugar que corresponda a los intereses y a las características del público objetivo.

3. Definir objetivos

Para lograr la meta propuesta, hay que tener al usuario en mente y diseñar la ruta que se pretende que siga, esto implica conocerlo y responder como marca a los diferentes momentos y necesidades que tiene.

Diseñar el viaje del usuario requiere una planeación clara de objetivos, medios y llamados a la acción, esto permitirá además, que contar la historia sea mucho más fácil.

4. Persuadir para conectar

Con el conocimiento del usuario, con un contexto claro y una definición de objetivos, las marcas deben persuadir a sus audiencias, una forma de hacerlo es entendiendo sus dolores y dando soluciones en momentos clave. A través de la persuasión se logra conectar y captar el interés del público objetivo.

El discurso juega también un papel determinante, por eso en storytelling se deben tener muy claros los perfiles de los usuarios para saber cómo hablarles, de qué y a través de qué canales, todo esto para asegurar que a pesar del afán y de la saturación de los medios, las personas se detengan a atender las historias más relevantes.

5. Mantener el interés

La empatía es uno de los elementos que hace que una historia sea relevante en el tiempo. El espectador, al sentirse identificado, se mantiene a la expectativa y probablemente comparte su experiencia.

Para lograr que el usuario siga conectado e interesado con el discurso, la marca debe ser constante en la difusión y debe definir una frecuencia en la difusión del mensaje, esto para impactar al usuario en los diferentes puntos de contacto.

En definitiva, las marcas deben adaptarse a los nuevos hábitos de consumo sin perder la esencia de contar buenas historias, deben entender lo que su consumidor necesita y diseñar estrategias bien contadas que los mantengan interesados, así se logrará interesar y diferenciarse en un mercado competitivo con  audiencias que van de prisa.

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