De compañeras de trabajo a amigas

por Susana Cárdenas Ruiz, el 18 de enero de 2019

Trabajar en una empresa que conjuga tantos saberes, abre puertas para conocer gente maravillosa.

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Durante el tiempo que he trabajado en Pragma, ya casi 3 años, he tenido la oportunidad de conocer muchísimas personas. Creo que trabajar en una empresa que conjuga tantos saberes te da la posibilidad de enriquecerte, no solo en conocimiento desde distintos frentes, sino que también te abre las puertas para conocer gente maravillosa que suma en todos los aspectos de tu vida.


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Para mí conocer gente es fácil, generalmente soy sociable y extrovertida. Sin embargo, dejar entrar a alguien más allá de una amistad laboral se me hace difícil. Pero con ellas, todo fluyó de la mejor manera y desde hace más o menos 2 años, pasaron de ser compañeras de trabajo, a amigas.

A Juliana, Luisa y Yohana las conocí aquí en la oficina, pero ha sido tanta la afinidad que siento que las conociera de toda una vida. Definitivamente no se necesita que pasen muchos años para edificar amistades sinceras, reales; sino momentos que valgan por mil y situaciones donde sientas que te apoyan sin importar qué.

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Juntas hemos compartido un montón de cosas bonitas y alegres: conciertos, fincas, rumbas, salidas a tardear con sangría incluida... porque a Yoha le fascina. Pero también hemos estado juntas en momentos no tan positivos: incapacidades, rupturas amorosas, malos momentos con la familia y el drama que como mujeres a veces tenemos.

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Es justamente esto lo que hace que las amistades se afiancen, estar en los momentos que no son tan divertidos, en esos que no quieres ver a nadie más que a tus amigas y en los que no encuentras refugio sino es en ellas.

Espero tener muchísimo más tiempo, tanto en la oficina como fuera de ésta, para seguir sumando momentos al lado de ellas; poder ponerle sabor a la vida con las picardías, compinchería y ocurrencias que solo nosotras 4 entendemos y seguirnos apoyándonos en todo.