En la era digital cada vez es más común autenticarse con biometría, una tecnología que está en nuestra vida cotidiana, ya que la usamos para desbloquear el smartphone, retirar dinero de un cajero electrónico, pasar por un aeropuerto, sacar la visa o votar en las elecciones nacionales o locales y hasta para abrir la puerta de la casa, entrar al trabajo o al gimnasio.
Esta tecnología es un sistema automatizado basado en el reconocimiento de una característica física e intransferible de las personas como la huella dactilar, el iris o el rostro y es una forma de validar la identidad para prevenir fraude; así como para agilizar procesos y mejorar la experiencia de usuario. Con la biometría las personas no tienen que preocuparse si olvidan sus llaves o tarjetas de identificación, su contraseña o códigos.
De acuerdo con una investigación de BCC, publicada por Portafolio, “el mercado global de las tecnologías biométricas alcanzará los US$ 41.500 millones para el 2020. El segmento de huellas dactilares llegará a US$ 24.400 millones y otros componentes biométricos como reconocimiento facial, venas y voz, se incrementarán hasta los US$ 11.900 millones, para el mismo año. Se plantea entonces una expansión de la autenticación biométrica en el sector financiero y de manera posterior en los temas gubernamentales, relacionados con el control de identidad de los ciudadanos de un país o región”.
Organizaciones privadas y públicas cada vez usan más estos sistemas, por seguridad y practicidad, para ofrecer una mejor experiencia de usuario y agilizar procesos. Por ello, en este descargable encontrará una guía básica sobre biometría para entender este sistema y evaluar si su empresa lo necesita.
La biometría es un sistema automatizado, basado en el reconocimiento de las características físicas de determinadas partes del cuerpo de las personas, que son únicas e intransferibles como la huella dactilar, el iris o el rostro y es una forma de validar la identidad para prevenir fraudes.
El ingeniero biomédico y científico de datos de Pragma, Yorhagy Valencia, explica que la biometría es la medida biológica o características físicas que se utilizan para el reconocimiento, autenticación e identificación de las personas. Estas características físicas deben ser universales, únicas, registrables y medibles tales como las huellas dactilares, el reconocimiento facial y de voz.
“Si bien estas son las más conocidas, investigadores afirman que características como la forma de las orejas, patrones en las venas, las contorsiones faciales, olores corporales, la manera como nos sentamos y caminamos son otros identificadores únicos del ser humano”, asegura el ingeniero biomédico.
Para los expertos de Biometrics Daon, un referente en el mundo, “la biometría es ideal para la autenticación porque los usuarios no necesitan recordar contraseñas complicadas o llevar tokens adicionales. La biometría también impide que se compartan las credenciales de autenticación, a diferencia de otros factores que no están vinculados de manera exclusiva a la persona”.
Te compartimos 5 cosas que debes saber sobre la biometría para que conozcas los beneficios de esta tecnología.
La biometría se divide en tres categorías principales de características: biológico, morfológica y conductual. el ingeniero biomédico explica cada una.
ADN: una parte del cuerpo de un individuo como la saliva, las uñas, el cabello o la sangre, es recogida por forenses y llevada a laboratorios para investigaciones y propósitos medicinales.
La ventaja de este tipo de tecnología es que es un método de identificación muy preciso. Sin embargo, la creación de perfiles de ADN requiere de una muestra física para recopilar datos biométricos.
Morfológica
Reconocimiento de huellas digitales: este método biométrico es el más antiguo y eficiente, debido a que las huellas digitales son únicas. Al igual que todas las demás tecnologías biométricas, identifica y verifica la huella digital de una persona con los datos guardados previamente. Hoy el reconocimiento de huellas digitales se usa ampliamente desde dispositivos móviles hasta cerraduras de puertas, e incluso, para el control de acceso de alta seguridad.
Esta tecnología segura es fácil de configurar y es la modalidad biométrica más establecida. Sin embargo, adolece de una condición superficial como dedos mojados o sucios, cicatrices, enfermedades de la piel, etc.
Reconocimiento facial: existen cámaras de alta calidad con la capacidad de reconocer sujetos, lo que hace que el reconocimiento facial también sea adecuado para aplicaciones de seguridad y vigilancia. Esta tecnología es fácil de configurar y no se necesita hardware adicional en los dispositivos informáticos y teléfonos inteligentes actuales. Sin embargo, puede fallar en la autenticación de gemelos o puede estar expuesta a manipulación o ataques fraudulentos.
Reconocimiento de voz: la voz es un rasgo fisiológico que depende de la anatomía de la garganta y la boca, así como de los componentes crónicos. La voz se convierte en un identificador biométrico crucial que se puede utilizar para distinguir al hablante. El reconocimiento de voz permite a los usuarios interactuar con tecnologías simplemente hablando, permitiendo crear recordatorios, hacer búsquedas y otras tareas simples.
Algunos ejemplos de sistemas de reconocimiento de voz son los asistentes virtuales como Alexa (Amazon), Siri, Google y Cortana. Sin embargo, estos sistemas son muy sensibles al ruido de fondo o problemas con el idioma, esto provoca un entrada falsa y hace que el sistema ejecute una acción que no le pedimos.
Reconocimiento de patrones oculares: este método se enfoca en el patrón formado por venas en la membrana blanca, gruesa y externa del globo ocular conocida como la esclerótica. El reconocimiento de las venas funciona por patrón de iris en el ojo humano. El iris es la membrana coloreada y circular del ojo que separa la cámara anterior de la cámara posterior. Cada ser humano tiene un patrón de color de iris; incluso el iris del ojos izquierdo y derecho es diferente.
La ventaja de este tipo de tecnología es que no se altera a medida que pasa el tiempo, el enrojecimiento de los ojos o el consumo de alcohol. También funciona para la persona con gafas o lentes de contacto. Sin embargo, se necesitan herramientas muy costosas para garantizar un buen resultado.
Conductual:
Reconocimiento de la marcha: la marcha se define como la combinación cíclica y coordinada de movimientos que resultan en la locomoción humana. Todos identificamos a una persona simplemente observando su modo de caminar.
Esta característica única, con la ayuda de las imágenes basadas en computadora y la visión artificial, se convierte en una tecnología biométrica para el reconocimiento de patrones que puedan mapear la marcha humana.
Esta tecnología se utiliza para el diagnóstico de trastornos relacionados con la marcha. No obstante, los sistemas de reconocimiento e identificación humana aún son nuevos en comparación con otros métodos de tecnologías biométricas que usan voz, huellas digitales o rostros. Por lo tanto, aún no está completamente desarrollado.
Daon explica la biometría clave para aplicaciones de consumo:
Cara: utilizar una cámara para capturar una imagen y autenticar a un usuario basándose en las características de su cara.
Voz: uso de un micrófono para capturar una muestra de voz y autenticar a un usuario basándose en sus características vocales y patrones de habla.
Huella dactilar: utilizar un sensor de captura de huellas dactilares para autenticar a un usuario en función de las características de su huella dactilar (algunos teléfonos inteligentes ya están usando este método).
Palma: utilizando una cámara para capturar una imagen de la palma y autentificar al usuario a partir de las líneas de la superficie de la palma.
Biometría conductual: utilización del comportamiento de un usuario para autenticarlo, por ejemplo, mediante la dinámica de pulsaciones de teclas (ritmo de escritura) y cualquier sensor del dispositivo.
Iris: utilizando una cámara (con la iluminación adecuada), donde se captura una imagen de la parte del iris del ojo (es decir, la parte coloreada) y el usuario se autentica basándose en el patrón del iris.
La biometría la usamos en nuestra vida diaria cada vez que desbloqueamos la pantalla de un smartphone con reconocimiento facial, le hacemos una pregunta a Siri o a Alexa con reconocimiento de voz; abrimos nuestra aplicación bancaria, la puerta del hogar o de la oficina con huella dactilar o nuestra iris.
Cuando viajamos de un país a otro, los sistemas de control migratorio usan esta tecnología para agilizar el proceso e identificar a personas de listas negras. Asimismo, en las calles y estadios somos vigilados por cámaras con análisis biométrico en 3D, que tienen la capacidad de registrar 20 rostros por segundo e identificar a delincuentes.
De hecho, los gobiernos usan cada vez más la biometría para reducir los riesgos de seguridad y disminuir la suplantación de identidad.
En medicina, la biometría puede salvar vidas, al ofrecer una mejor atención al paciente y evitar errores de identidad o cruce de diagnósticos con otros pacientes que pueden ponerlos en riesgo.
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Cada vez la banca invierte más en tecnología biométrica, de hecho, junto a los entes gubernamentales, es el sector que más utiliza estos sistemas de seguridad para agilizar procesos y ofrecer una mejor experiencia de usuario.
El incremento del uso de la biometría en la banca responde a los procesos de transformación digital del sector que, a su vez, suponen retos tecnológicos y jurídicos desde el punto de vista de la privacidad y la seguridad digital. Así lo afirma Colombia Digital, que viene acompañando al sector financiero en la implementación de esta tecnología.
Según datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil, en Colombia, las entidades bancarias han realizado más de 25 millones de consultas contra la base de datos biométrica, desde 2016.
Colombia Digital dice que el futuro de la validación de identidad en el sector financiero apunta hacia una biometría multimodal, disminuyendo los casos de fraude y suplantación, así como el lavado de dinero, el financiamiento de terrorismo, simplificando el acceso de los productos bancarios, mejorando la eficiencia de las transacciones y permitiéndole a los clientes acceder a los servicios de manera no presencial.
Al ver que la necesidad de implementar esta tecnología era cada vez más frecuente, la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) hizo un convenio de validación biométrica con la Sociedad Cameral de Certificación Digital, Certicámara S.A., lo que permitió al sistema bancario contar con un mecanismo de autenticación de identidad de los usuarios.
Asobancaria afirma que en la actualidad diferentes entidades hacen uso del servicio de autenticación biométrica en transacciones financieras, principalmente en procesos de otorgamiento de crédito en sus diferentes modalidades, como apertura de cuentas de ahorro y CDT’s, entrega de tarjetas de débito y crédito.
De acuerdo con Asobancaria, el uso de la biometría en los procesos financieros ha traído importantes beneficios para los clientes y usuarios del sistema de capital: mejoró la experiencia y hubo reducción en las fricciones en la interacción y en el acceso a los servicios. Además, los bancos realizan importantes avances en el cierre de brechas en la reducción del fraude por suplantación de identidad y progresan a grandes pasos en las políticas de “cero papel”, lo que garantiza total seguridad, confianza e innovación en sus procesos.
*Fuente: Asobancaria
La biometría surgió dos siglos antes de Cristo, cuando el emperador Ts-In-She autenticó a ciertos sellados con la huella dactilar. Luego, a principios del siglo XIX, en Francia, Alphonse Bertillon propuso el primer método de biometría, el cual le permitió la identificación de delincuentes a través de varias medidas fisiológicas.
Así lo explica Yorhagy Valencia, ingeniero biomédico y científico de datos de Pragma, quien agrega que en el siglo XX, el oficial William James Herschel decidió que sus subcontratistas firmaran sus huellas dactilares con el objetivo de encontrar fácilmente los contratos ‘no honrados’.
Para conocer el contexto de la biometría en Colombia, este sistema empezó a funcionar a finales de los 90, tanto en procesos de validación de identidad como firma de documentos electrónicos, a partir de Ley 527 de 1999.
Colombia Digital explica que la Registraduría Nacional de Colombia a través de la Resolución 5633 de 2016 y sus anexos técnicos, controla el acceso a la base de datos biométricos y biográficos más completa, confiable y actualizada del país, la cual cuenta con más de 500 millones de huellas dactilares, de aproximadamente 50 millones de colombianos, y se encuentra blindada por altos estándares de seguridad que brindan garantías de integridad, confidencialidad y disponibilidad de la información, así como por requisitos que aseguran el cumplimiento de las normas de protección de datos personales y hábeas data.
“El incremento del uso de la biometría responde a los procesos de transformación digital del sector que, a su vez, suponen retos tecnológicos y jurídicos desde el punto de vista de la privacidad y la seguridad digital”, resalta Digital Colombia.
Según la Registraduría, Colombia ha logrado desde el año 2009 aplicar con éxito tecnologías biométricas de identificación en 24 elecciones locales, sobre un potencial electoral de 2.456.722 de sufragantes y 5.537 mesas de votación instaladas, con óptimos resultados en materia de control del fraude electoral más recurrente en nuestro medio, como es la suplantación de sufragantes.
“La identificación biométrica es una tecnología de seguridad que mide e identifica alguna característica morfológica que diferencia a una persona del resto de seres humanos, como puede ser la forma del rostro, el iris, la voz o la huella dactilar. En el caso colombiano, el sistema de identificación biométrico adoptado parte de la huella dactilar e incluye un dispositivo de captación de la huella y un software biométrico que interpreta la muestra física y la transforma en una secuencia numérica”, dice la Registraduría.
El ente gubernamental agrega que la identificación por medio de huellas digitales es hoy en día la forma más representativa de utilización de la biometría: Tiene usos tan variados como permitir el acceso a computadoras y redes, controlar horarios de ingreso, restringir el acceso físico a un área restringida, hacer seguimiento a migrantes en puntos fronterizos y para mejorar la seguridad en los cajeros automáticos, entre otros.
El 67 por ciento de los usuarios en todo el mundo se siente actualmente cómodo utilizando tecnologías biométricas (lectura de huella dactilar, escaneo de retina y reconocimiento facial o de voz) para acceder a sus aplicaciones, de acuerdo con un estudio IBM Security Future of Identity.
El análisis se construyó con más de 4.000 entrevistas en todo el mundo. “Aunque es verdad que durante mucho tiempo los usuarios mostraban preferencia por la comodidad y agilidad con que podían acceder a sus aplicaciones, ahora empiezan a priorizar la seguridad, sobre todo si están relacionadas con temas financieros”, dice IBM.
El estudio muestra que en caso de aplicaciones financieras, el 70 por ciento del total de encuestados prioriza la seguridad en el acceso, frente al 14 por ciento que menciona la comodidad como su prioridad. “La seguridad es también prioritaria para compras online, aplicaciones de trabajo y correo electrónico”.
El estudio dice que teniendo en cuenta que la generación millennial tiene cada vez más protagonismo en el mercado laboral, sus preferencias tendrán también un mayor impacto en cómo las empresas deben empezar a gestionar la seguridad y el acceso a sus dispositivos y aplicaciones.
*Estudio de IBM con una muestra de 4.000 entrevistas
Si alguien nos roba la contraseña bancaria o de acceso a una aplicación, podemos cambiarla fácilmente; contrario a los datos biométricos porque si una persona o empresa los roba, es para siempre: nuestras huellas dactilares y de retina nunca cambian.
No obstante, la mayoría de las personas no son conscientes de esto y cada vez descargan más aplicaciones que le exigen registrarse con sus características físicas que aseguren su identificación única. La razón radica en que muchas personas creen que los datos biométricos son más seguros que las contraseñas, pero las huellas pueden ser robadas, incluso, desde fotografías.
Eso quedó desmontado en 2014, cuando el equipo de hacker The Chaos Computer Club (CCC) aseguró en una conferencia que podían robar la huella dactilar de la ministra de defensa de Alemania, Ursula von der Leyen, con un software para clonar la huella, usando fotos de alta resolución impresa en una lámina de silicona que se adhiere a cualquier dedo para burlar el lector de huellas de cualquier dispositivo.
Según la guía para el Tratamiento de Datos Biométricos del instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, nuestra información biométrica puede ser utilizada por las autoridades para cumplir de mejor manera con sus facultades y para proveer mejores servicios a la ciudadanía, por ejemplo, en los procesos de reposición de documentos de identificación, de control migratorio, o en el ámbito penal.
La entidad explica que los datos biométricos, como regla general, se pueden considerar datos personales y que por ello, las empresas, organizaciones, profesionales y autoridades deben realizar el tratamiento de esta información bajo las condiciones que establece la normativa en la materia.
Para saber más sobre biometría, te invitamos a escuchar nuestro podcast "El futuro de la biometría en la vida actual", donde conversamos con Cristián Bermúdez y Gustavo Londoño, ingenieros de Pragma. Pero, ¿qué es biometría? desde cuándo se está utilizando en el mundo y hasta dónde se puede llegar.
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