Antoine De Saint-Exupery
Febrero de 2017
Esté escrita o no, toda empresa tiene una cultura. Así que, ya que de todas formas habrá una, queremos que sea para conseguir resultados grandiosos como personas y como empresa, que nos inspire, nos enamore y nos guíe en la forma en que aprendemos, nos comportamos, nos reconocemos, perseguimos esos resultados grandiosos y nos relacionamos. Este documento es una invitación para que construyamos la Cultura Pragma juntos.
Nuestro propósito es mejorar la vida de la gente transformando empresas. Somos los pilotos de nuestro destino, buscamos resultados grandiosos, somos prácticos, responsables y parte de la solución.
Buscamos, de la mano de nuestros clientes, mejorarles la vida a los usuarios finales de las marcas; por eso, a la hora de decidir, favorecemos al usuario final antes que al cliente, al cliente antes que a Pragma, a Pragma antes que al equipo, y al equipo antes que a cada uno de nosotros.
Tenemos sueños, propósitos y objetivos claros. Sabemos que nada pasará si nada hacemos, que el mejor plan es el que ponemos en marcha y que el talento no lo es todo. Por eso, somos curiosos, creativos, autónomos, apasionados y perseverantes. Siempre estamos aprendiendo, innovando y evolucionando.
Es la actitud que define a nuestra organización y a cada uno de nuestros equipos. Visualizamos y accionamos siempre de manera ambiciosa: pensamos en grande, hacemos en grande, ganamos en grande y somos responsables.
Buscamos crear un entorno donde las personas como pilotos de su destino aprendan, innoven, evolucionen y se puedan conectar entre sí para que se vinculen con la información, la conviertan en conocimiento y lo compartan. Así, motivamos la creatividad para facilitar la generación, transferencia, integración y utilización del conocimiento en la vida diaria. Nos encanta compartir nuestro conocimiento, entre más enseñamos más obligados estamos a aprender. Nuestro credo: Saber más para resolver mejor.
Creemos que la reflexión frecuente, individual y colectiva, nos conecta con el aprendizaje, la innovación y la evolución; factores que nos permiten mejorar para obtener los resultados grandiosos que nos inspiran. Reflexionamos para avanzar, no para buscar culpables.
Nos preguntamos: qué resultados esperábamos obtener, qué resultados obtuvimos en realidad, qué hemos hecho bien para repetirlo, qué hemos hecho mal para intentarlo de otra forma; también nos aventuramos a hacer cosas distintas y a experimentar nuevos caminos para alcanzar los resultados que buscamos. Frente a lo nuevo las preguntas son: qué resultados esperamos obtener, qué retos prevemos, qué hemos aprendido de situaciones similares y qué hará que esta vez tengamos éxito.
Buscamos la forma más sencilla de resolver nuestros retos: minimizamos la complejidad, encontramos el tiempo y la forma para simplificar. No dejamos ni hacemos que las cosas se vuelvan complejas. Renunciamos al ego para simplificar y hacer más prácticos los procesos. Resolvemos primero lo que más impacto genere; no trabajamos para la excepción.
“Todo debe hacerse tan simple como sea posible, pero no más.” ― Albert Einstein
Confiamos, construimos relaciones relevantes y auténticas reconociendo al otro y a nosotros mismos como interlocutores 100% válidos y falibles. El equipaje con el que llega el otro a la conversación es tan válido como el mío. Abrazamos la diversidad, nos ponemos en los zapatos del otro, caminamos un rato en ellos y entendemos que la diversidad nos hace más potentes. Así actuamos en lo personal y en lo profesional.
Son los que nos mueven. Los privilegiamos sobre los medios, pero nuestros valores siempre están primero. Los preferimos antes que tener la razón o salir en la foto. Los buscamos para el usuario final de las marcas que atendemos, para nuestros clientes, para Pragma, para nuestro equipo y para nosotros mismos. Luego, basados en unas métricas objetivas y accionables, los comunicamos y los cobramos.
Nos importan más que seguir los procesos o cumplir las políticas. Usamos nuestro conocimiento, buen juicio y sentido común para alcanzarlos. Entendemos que los procesos son una herramienta más de trabajo. Sentimos orgullo de lo que logramos y de nuestra empresa: no vale la pena trabajar o hacer algo de lo cual no estemos orgullosos; la mediocridad la dejamos en el pasado.
Nos comunicamos con honestidad y respeto. Exigimos transparencia cuando tenemos algún asomo de duda. La información está disponible para todos, salvo en algunas excepciones cuando ésta no es solo de Pragma. Trabajamos con contexto y propósito compartidos. Reconocemos nuestros errores, nos disculpamos y corregimos. ¡Así creamos confianza!
No dejamos ir a alguien por un precipicio. Le avisamos a tiempo con el genuino deseo de ayudar, para que el equipo sea más potente, con información accionable, no con el ánimo de ventilar nuestras frustraciones. Cuando nos dan ese aviso entendemos que tenemos puntos ciegos y que nos sirve para conocernos a nosotros mismos cada vez más, nos conviene tener el punto de vista de los otros. Por eso, le agradecemos y, como no tragamos entero, reflexionamos y decidimos si aceptar o rechazar la observación.
“Conocerte a ti mismo significa hacerte invencible”
― Sun Tzu
El #NoTragoEntero también se ocupa de lo bueno y de lo que no sabemos. La finalidad es crecer en buena compañía. Por eso, celebramos los triunfos e ideas de los demás, y nos sentimos en confianza de hacerle cualquier pregunta en cualquier momento a cualquier pragmático, en serio, a cualquiera.
Sabemos brindar y recibir retroalimentación oportuna, clara, sincera, constructiva, basada en los hechos y sus consecuencias. Somos proactivos; cuando tenemos una denuncia que hacer la dirigimos a quien corresponda. No prestamos atención a los mensajes anónimos ni a los corrillos de pasillo. Decimos lo que pensamos en pos de mejorar nuestra empresa, ya sean sugerencias, felicitaciones o problemas; y lo hacemos con respeto, sin importar las distinciones y desacuerdos. Cuando no estamos de acuerdo lo expresamos y nuestra franqueza no es usada en nuestra contra; sin embargo, respaldamos las decisiones tomadas.
No nos gusta la indecisión. Se analiza la situación, se muestran los datos, se tienen los debates y se toman las decisiones. Una decisión imperfecta es mejor que no decidir. Una decisión controvertida es mejor que no decidir. Estamos predispuestos a la acción. Alentamos a los pragmáticos a que tomen decisiones.
Trabajamos desde el propósito que nos une y no desde las responsabilidades que nos separan. Nos conocemos como personas y como profesionales, trabajamos codo a codo y confiamos en nuestros compañeros; además, cada tres meses salimos juntos para compartir un rato y conocernos mejor.
Siempre buscamos estar ubicados: para dónde vamos, de dónde venimos y la dirección a seguir. Cuál es la estrategia, cuáles son las métricas importantes, qué supuestos hicimos, cuáles son los objetivos, qué responsabilidades tiene cada rol, qué hay en juego, qué sería bueno tener ya (hasta cuándo espera), cuál es el nivel de precisión esperado (perfecto, beta, alfa), cuál es la definición de éxito y fracaso, quiénes son las personas claves.
Dan contexto, dirección, pero no las directrices de cómo llegar. Son “coaches” y mentores apasionados. Nos inspiran ,conectan con la gente de manera que la acción deseada se convierte en meta común, nos ayudan para lograr más de lo que creíamos posible, nos brindan contexto, nos retan y facilitan nuestro camino hacia la consecución de resultados grandiosos. Cuando alguien talentoso del equipo mete la pata no lo culpamos, nos preguntamos en qué faltó contextualizarlo. Antes de querer controlar a alguien, primero nos preguntamos: (I) ¿Cómo le podemos dar más contexto? (II) ¿Inspiramos lo suficiente? (III) ¿Está clara la estrategia? y (IV) ¿Están claros los objetivos?
Larry Page
Clientes: nuestra misión es garantizarles una transformación digital ganadora. Los atendemos como Pragma, sin apellidos y con sentido de negocio. Confiamos en ellos. Con nuestro compromiso con los resultados grandiosos nos ganamos su confianza. Somos flexibles, tenemos un propósito y una visión compartida, somos responsables y parte de la solución. Hacemos nuestros sus retos al identificar, entender y resolver sus problemas de forma inteligente.
Uso de los recursos: sabemos que son escasos y por eso los cuidamos, los administramos y hacemos buen uso de ellos buscando lo que más beneficie a los pragmáticos y a Pragma.
Cooperamos: somos perseverantes e intentamos resolver nuestros problemas. Sin embargo, sabemos pedir ayuda a tiempo; y, sobre todo, estamos dispuestos a cooperar, pues entendemos que es la forma en que nuestro equipo se hace cada vez más potente. Nuestra principal responsabilidad es ayudar a los demás, estar atentos a cómo o en qué debemos hacerlo.
Atendemos bien las visitas: nos encanta que nos visiten y compartir con personas que vienen de afuera. Tan pronto llegan, los recibimos, los hacemos pasar y los acompañamos todo el tiempo, ya que son muy importantes para nosotros. Si van a estar como coequiperos nuestros por varios días, los integramos a nuestra dinámica de equipo y nos encargamos que durante su estadía se sientan como integrantes de Pragma.
Reuniones: no nos gustan, por eso antes de citar una nos preguntamos: ¿Qué pasa si no la hago? ¿Es necesario una conversación en tiempo real? ¿Al finalizar cómo juzgaré el éxito o fracaso de la reunión? ¿Con qué otro medio puedo cumplir el objetivo de la reunión? Pero cuando las hacemos dejamos muy claro el objetivo desde la citación y nos hacemos cargo para que sean exitosas. Son cortas y las finalizamos a tiempo. Invitamos solo a las personas que tengan que estar y que vayan a aportar.
Entendemos que nada pasará si nada hacemos, así que las acciones al final son claras, medibles, retadoras, realistas, tienen una fecha para su ejecución y un responsable. Cuando en una reunión nos encontramos en una situación en la que no estamos aprendiendo o contribuyendo, nos movemos. Vamos a otro lugar donde podamos aprender o contribuir. Antes de aceptar una invitación a una reunión nos hacemos estas preguntas: ¿Cuál es el objetivo? ¿Aportaré en la reunión? ¿Es necesaria mi presencia? ¿Puede ser más útil en la reunión alguien más de mi equipo?; que no nos dé pena decir que no. #NoTragoEntero
Vacaciones: nos cuidamos a nosotros mismos y sabemos que debemos descansar y tener un balance entre el trabajo y nuestras vidas, así que no acumulamos vacaciones.
Ropa y apariencia: la verdad, poco nos importan. Somos nosotros mismos y nos gusta sentirnos cómodos. Sabemos cómo vestirnos y utilizamos nuestro buen juicio y sentido común para hacerlo de acuerdo con las circunstancias.
Entorno laboral: para gustos los colores. Queremos que cada quien se sienta cómodo con su área de trabajo; por eso, adecuamos nuestro entorno de acuerdo con nuestros gustos y el de los que nos rodean.
Responsables con la información: en Pragma hacemos lo máximo posible para garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información propia y de terceros.
Horario: los resultados grandiosos nos importan más que las horas de trabajo y que el lugar donde los producimos. Sin embargo, creemos que la interacción entre las personas genera los mejores resultados. Nuestro horario es flexible, depende de cada uno de nosotros de acuerdo con nuestro equipo de trabajo y nuestras responsabilidades. Cada quien puede llegar a la hora que quiera, pero ni un minuto más tarde. Una vez nos comprometemos cumplimos.