Los 23 se pusieron de moda
por Ingrid Londoño Holguín, el 1 de marzo de 2019
Tener 23 años nunca se había sentido tan bien.
La sensación cuando la fecha de cumpleaños se acerca es diferente para todos: para unos es emocionante, para otros irrelevante, para unos es un año más, y para otros un año menos. En fin, el debate puede ser eterno. Lo que sí es indiscutible es que hay un cumpleaños que no pasó desapercibido, y que hizo que un martes cualquiera se volviera un día inolvidable en la historia pragmática.
El 19 de febrero comenzó con el ambiente de fiesta en la ofi. Se trataba del aniversario número 23 de Pragma: 23 años de sueños, de talento, de sacrificios y sobre todo de muchos resultados que hacen sentir orgulloso a más de uno.
Desde temprano las redes se llenaron de palabras de felicitaciones, Pragmáticos y expragmáticos con el sentido de pertenencia a flor de piel, expresaron todo su cariño y postearon los más bellos mensajes de feliz cumple.
En la ofi también se sentía la alegría, pues todos esperábamos con ansias que llegara la hora del PragmaTalk de aniversario, donde Pedro Gómez, Gregorio Patiño y Marcos Vélez nos contarían todas esas aventuras (y ¿porqué no? desventuras) detrás de este maravilloso sueño llamado Pragma.
El homenaje empezó con eso que nos encanta a todos: comida. Con unos deliciosos pasabocas nos invitaron a ser parte de este particular cumpleaños. En Medellín llenamos el lugar y Pragmáticos desde Bogotá. Panamá, Cali y Costa Rica también se conectaron.
La charla comenzó. Era cuestión de detenerse un poco y mirar a la audiencia para darse cuenta que los ojos de cada uno de los asistentes tenía presente ese brillo de emoción. Gregorio, Marcos y Pedro nos hicieron reir con sus anécdotas, nos inspiraron con su valentía para luchar por sus sueños y nos motivaron a dar continuidad a un legado que de seguro permanecerá para toda la vida. Y no pudimos haber tenido una mejor moderadora, pues Claudia Vélez, con su carisma, le dio chispa a este inolvidable PragmaTalk.
No han sido solo los grandes proyectos que como organización hemos asumido, sino las amistades que se han forjado y los aprendizajes obtenidos de cada una de ellas lo que en definitiva hace que estos 23 años sean un motivo de orgullo y alegría para todas y cada una de las personas que hemos sido parte de la historia de Pragma.
Pragma y yo tenemos la misma edad y me siento feliz de ser coetánea de esta empresa que se ha vuelto casi que un segundo hogar, un lugar en el que disfruto estar y en el que todos los días sin excepción, aprendo algo nuevo y crezco como persona ¡Definitivamente tener 23 años nunca había sido tan cool!