por Ainhoa Pérez, el 24 de octubre de 2018
Un espacio muy enriquecedor para el equipo, en un lugar con el que nos sentimos identificados.
Pensar en la salida trimestral puede ser un reto porque se deben tener en cuenta los gustos de todo el equipo, para estrategia, fue muy fácil lograrlo porque en nuestra área disfrutamos los momentos tranquilos en los que podemos compartir aprendiendo algo nuevo.
Esto también lo aplicamos en nuestro día a día, porque creemos que el bienestar de cada uno de los integrantes del equipo, contribuye al bien común.
Para esta ocasión elegimos El Carmen de Viboral, municipio del oriente antioqueño conocido por tener la mejor comunidad de artesanos de cerámica. Allí visitamos el taller Lalambra, donde sus dueñas nos mostraron la colección de vajillas locales y nos enseñaron sus técnicas para pintar tazas y platos.
Compartir este espacio en equipo fue muy enriquecedor porque cada uno le puso el sello y ayudó a los demás con ideas para crearlo.
En esta actividad nos enseñaron que el trabajo manual requiere esmero y atención, y que cada parte del proceso es importante para lograr una pieza única. Esto refleja nuestra manera de trabajar, somos meticulosos, detallistas y siempre damos lo mejor en cada etapa para tener el mejor resultado.
Luego de estar en el taller, recorrimos el pueblo, hicimos algunas fotos del equipo y visitamos el museo de la cerámica. No podíamos perder la oportunidad de ir a San Antonio de Pereira para cerrar el día con un delicioso postre típico del lugar.
